jueves, 12 de diciembre de 2013

Lecturas del 2013 (II): Clásicos

El 2013 también se caracteriza por la cantidad de clásicos que han caído. He tirado un poco por la rama rusa, con Ana Karenina y El maestro y Margarita, pero se me han hecho bastante difíciles de leer, probablemente por la falta de costumbre y de información social e histórica de esta parte del mundo (...y los nombres kilométricos acabados en -vich.). He terminado con las obras de Jane Austen con  Mansfield Park, un libro extra con curiosidades sobre Austen y su mundo y una recopilación de historias cortas o inacabadas, que me ha gustado pero no se acerca al nivel de sus otras novelas, tal vez porque antes de que te quieras situar en la historia ya se ha acabado. Después de estar 2-3 años poco a poco con ellas, ya puedo asegurar que esta autora pasa a mi podio de escritores favoritos.


Los cuentos de Oscar Wilde, qué puedo decir... una delicia para los sentidos, cargado de elementos trágicos... o cómicos, dependiendo de la historia. Si queréis reír, no os perdáis El Fantasma de Canterville.

Qué más... Oh, HG Wells, amigo abandonado desde hace tantos años. Después de oír varias alusiones, no pude resistirlo más y leí "La isla del Dr. Moureau", que me dejó tan buen sabor de boca como sus obras anteriores (libros, que por cierto, me gustaría releer en un periodo no muy lejano).

Y para finalizar este apartado... Después de leer en los últimos años unas cuantas novelas vampíricas azucaradas estilo americano, no podía pasar un año más sin leer algunas de las historias que han hecho surgir el "fangirlsmo" por los vampiros. Sí, hablo de Drácula, de Bram Stoker, el cual tenía apartado por prejuicios sin fundamento del estilo; "iba a ser denso, y que claro, el género epistolar, será aburrido...", vamos, excusas baratas. Una obra maravillosa, que complementé además con una  recopilación muy buena de historias cortas de la editorial Debolsillo sobre vampiros (o seres fantásticos derivados) que contribuyeron al mito tal y como lo conocemos hoy día.


Por supuesto, no tienen nada que ver con la mayoría de obras vampíricas de hoy día, solamente con obras como las de Anne Rice. No hay adolescentes, aventuras de final feliz, escenas de cama o vampiros incrreíblemente atractivos típicos de las novelas de paranormal adulta. Tenemos depredadores y presas, instintos, manipulaciones, atracciones, miedos y todo combinado bajo la luz de la luna.

Para este nuevo año...El Conde de Montecristo, Dostoyevski, Norte y Sur y El gran Gatsby, si todo sale según lo previsto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario